¡Menudo atasco! Y lo peor, es que esto no es nada extraño, pues esta “estampa” se repite día tras día en las principales ciudades españolas.
Pues sí, los pobres “sufridores” que tienen que ir a trabajar en coche cada mañana, no tienen más remedio que “mentalizarse” de que esto es así, y no es previsible que cambie. El entretenimiento típico para los conductores es la radio, excelente “compañera” que en el tiempo que dura el atasco te “pone al día” con la actualidad del momento.
En la imagen, vemos por tanto, un día cualquiera de lo que sería la entrada a una gran ciudad. Esto mismo, pero en sentido inverso, se repite por las tardes en sentido “salida”. En los puentes y en fechas clave de las vacaciones, las carreteras también se ponen “a tope” y esta imagen es igualmente bastante frecuente.
Se trata en este caso de una carretera de tres carriles. Los coches están alineados unos tras otros, avanzando muy lentamente por la densa circulación existente. Los carriles están señalizados con líneas discontinuas, lo cual significa, que en este tramo de carretera se puede adelantar, aunque eso está claro que es imposible en este momento. Uno de los coches, en la línea central, se está cambiando de carril, pues debe pensar que en esa otra fila se avanza más rápido que en la suya.
La mayoría de los coches llevan las luces de cruce encendidas, lo cual es indicativo de que hay poca luz, porque es el atardecer, el amanecer, o simplemente un día nublado. En la línea central se observan algunos camiones, igualmente atrapados en el atasco.
Los vehículos en la imagen se encuentran bajo un puente, pues se distingue el cemento de la estructura superior del mismo. En la parte izquierda se observa igualmente una pared de cemento, así como una acera para que puedan circular los peatones. No se ve ninguna persona caminando por dicha acera, lo que significa que no debe ser una zona muy transitada, típico de las carreteras de entrada a las grandes ciudades.
Se distinguen las cabezas de los conductores dentro de los coches. En general, parece que cada coche lleva sólo una persona, algo bastante habitual y a la vez, poco deseable desde el punto de vista medioambiental. Las autoridades en España, intentan concienciar a la población de utilizar en mayor medida el transporte público, y si no hay otro remedio, utilizar los coches, pero intentando aprovechar lo más posible la capacidad del mismo. Así, y a modo de ejemplo, varios compañeros de trabajo que vivan por la misma zona, pueden organizarse e ir juntos en el mismo vehículo. Esto además “es muy sano” para “los bolsillos”, ya que permite ahorrar en la factura del combustible. En España, la gasolina y el gasóleo (principales combustibles utilizados por los coches), no son baratos, lo cual es de entender si se piensa que España carece de reservas naturales de estos preciados elementos.