En este Audiotexto, queremos contaros cómo es “por dentro” una casa típica española. Para ello, haremos un recorrido por las diferentes estancias que la componen, explicando su finalidad y utilizando el vocabulario propio de este contexto.
¡Vamos a ello! En España, tal y cómo ya se ha mencionado en anteriores Audiotextos, la mayor parte de la gente vive en viviendas “en altura”, esto es, en bloques con varias plantas dónde, por tanto, viven muchas familias. Es típico que en cada planta haya entre 2-5 viviendas: estos son “los vecinos más directos” y con los que se tiene una mayor relación. Todos los bloques de pisos de reciente construcción tienen ascensor para subir a las distintas plantas. Cuando sales del ascensor, accedes a lo que se conoce como “el rellano”, que es el espacio que da acceso a las distintas viviendas de la planta. Cuando sales de tu vivienda, por tanto, accedes “al rellano” dónde se encuentran el resto de viviendas de tus vecinos, y el acceso al ascensor o a las escaleras para bajar al portal. El “portal” es la zona de entrada al edificio, esto es, lo primero que te encuentras cuando entras al edificio desde la calle. Normalmente, existen viviendas o locales comerciales a este nivel. A estas viviendas se las conoce como “los bajos”, o “los pisos bajos” (es una forma resumida de decir “viviendas ubicadas en la planta baja”).
Nos adentramos ya en una vivienda típica española. Lo primero que nos encontramos es “el recibidor”, también conocido como “la entrada” (a la casa) o “el hall”. Es una pequeña estancia que da acceso al resto de la vivienda. En “el recibidor” se tiene como mobiliario típico un perchero para colgar los abrigos, un “zapatero” o mueble para guardar los zapatos que se han usado en la calle, un paragüero para guardar los paraguas, y un espejo, muy útil para mirar el aspecto que uno lleva antes de salir a la calle. Por supuesto todo esto se completa con diversos objetos de tipo decorativo.
Lo normal es que “el recibidor” de acceso al salón, que es la estancia principal de la casa y normalmente la más grande. Es dónde se hace la vida familiar, dónde se recibe a los amigos, etc. Normalmente, en el salón se dispone de una gran mesa, que se conoce popularmente como “mesa de salón”. Siempre va acompañada de un número suficiente de sillas que se colocan alrededor de la misma. Esta mesa suele ser de grandes dimensiones y aunque muchas familias la utilizan diariamente en sus comidas, en otras ocasiones suele “reservarse” para reuniones familiares o con amigos en las que se reúne un número elevado de comensales. En el salón, además, se dispone siempre de un sofá (o “tresillo”) y varios sillones. “El sofá o tresillo” es un mueble que dispone de varias plazas para sentarse. Es importante que sea cómodo pues es dónde normalmente se descansa, se ve la TV, se sienta uno para leer un buen libro, etc. Los sillones suelen “ir a juego” con el sofá, hasta completar el número de plazas necesarias para que todos los miembros de la familia tengan un lugar cómodo dónde sentarse. En el centro del conjunto formado por el sofá y los sillones suele ponerse una mesita “de centro”, no muy grande, dónde se apoyan los objetos que normalmente se necesitan en los momentos de relax que uno pasa en el salón: un libro, un vaso o taza con alguna bebida, las gafas para leer, etc. El otro componente importante del salón es “la librería”, que consiste en un gran mueble dividido en diferentes espacios para colocar libros, adornos, etc. y que normalmente, en su parte central tiene un espacio ya diseñado para colocar la TV, el video, DVD, etc. En la parte inferior del mismo hay siempre cajones o pequeños armarios.
Otra pieza importante de la casa es sin duda la cocina. La cocina, normalmente, es una estancia independiente del salón y en ella se hace también mucha “vida familiar”. Es muy frecuente que el desayuno y merienda se haga en la cocina, aunque también esto estará condicionado por las dimensiones de la misma. En la cocina nos encontramos un conjunto de muebles consistentes en armarios colgados en la pared, y también armarios inferiores situados debajo de la encimera. “La encimera” es el mostrador dónde se apoyan los diferentes utensilios y elementos necesarios para cocinar. Además, en la cocina, suele aparecer siempre una mesa para hacer “comidas rápidas” (típicamente, como ya se ha dicho, desayunos y meriendas), y también encontramos en cualquier cocina los distintos electrodomésticos: el frigorífico para conservar los alimentos; el congelador para congelar alimentos, normalmente integrado como parte del frigorífico; la lavadora, para lavar la ropa, es típico que también se encuentre en la cocina; “los fogones” para cocinar, que pueden ser de tipo eléctrico o “a gas”; otro electrodoméstico fundamental es “el horno” y por último el lavavajillas, para lavar los platos, vasos, cubiertos etc. de forma automática. Normalmente, encima de “los fogones” se encuentra la llamada “campana extractora”, que sirve para absorber los humos y vapores que se generan durante la cocción de los alimentos. Comentar que la mayor parte de los hogares españoles no cuentan con “secadora” para secar la ropa después de ser lavada. Esto es lógico porque por suerte en España disfrutamos de muchos días soleados, y basta con tender la ropa para conseguir que ésta se seque sin esperar demasiado tiempo. Para este fin, muchas casas disponen de un “tendedero”, que es una estancia abierta al exterior pensada precisamente para tender la ropa. Si no se dispone de esta estancia, las casas disponen en su lugar de una serie de cuerdas en la fachada del edificio, dónde se puede tender la ropa. Estas cuerdas normalmente se sitúan en la parte del edificio que da a un patio interior, para preservar la estética del mismo (no queda muy bonito ver un edificio con su fachada llena de ropa en proceso de secado).
En un próximo Audiotexto continuaremos nuestro recorrido por la que podría ser la casa de cualquier familia española.