Había una vez en lo más profundo de la selva una manada de peluches que se querían y apoyaban mucho entre todos ellos. Sin embargo, en este lugar destacaba un peluche llamado Matías sentía algo muy especial por Lulu, una linda peluchita. Lulu era simpática, buena, agradable y muy amiga de sus amigos por eso, Matías se fijó en ella entre otras cosas, por la gran bondad que despertaba.
No obstante, las cosas no estaban fáciles y es que la madre de Lulu no veía del todo bien que su hija se relacionara con Matías. Los dos peluches lucharon por las ganas de verse y por su amor y entonces, los padres que vieron el cariño que se demostraban el uno al otro y las ganas que tenían de estar juntos comprendieron que Lulu y Matías tenían mucho que compartir por eso, el papa de Matías habló con el padre de Lulu y les dejaron casarse así, las madres también lo vieron bien y por fin los hermosos peluches pudieron ser por siempre felices y muy dichosos.
Matías y Lulu cuando se casaron en la selva ante sus padres y resto de amigos, se fueron juntos a vivir su historia de amor y tuvieron muchos peluchitos pequeños que pronto comenzaron a jugar a lo largo del bosque.