El ejercicio físico intenso en una persona no entrenada puede provocar un «estrés oxidativo«, causado por radicales libres de oxígeno y al que se vinculan dolencias como el cáncer, diabetes, hipertensión arterial o enfermedades cardiovasculares.
Así lo ha asegurado el catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valencia y jefe clínico del Hospital General de Valencia, Guillermo Sáez-Tormo, que participa en las jornadas sobre ‘Ejercicio Físico y Salud’ organizadas por la Fundación Valenciana de Estudios Avanzados (FVEA).
Sáez-Tormo ha destacado que el ejercicio físico moderado es una «práctica saludable«, aunque si se realiza de forma muy intensa y la persona no está bien entrenada, al consumir mucho oxígeno se producen unos radicales libres que son responsables de la oxidación y el desgaste de las moléculas básicas en la vida de la célula.
Así, los carbohidratos, los lípidos, las proteínas y los ácidos nucleicos alteran las estructuras de la célula cambiando sus funciones, lo que provoca un envejecimiento de la célula y puede llegar incluso a destruirla.
«Paradójicamente, el oxigeno que necesitamos para vivir también nos desgasta«, ha asegurado el catedrático, quien ha agregado que este proceso de oxidación puede dar lugar al estrés oxidativo, que tiene implicaciones patológicas que se vinculan a dolencias como el cáncer, diabetes o hipertensión.