Hacía tiempo que no veíamos un partido tan interesante.
Nos encontramos en el último minuto del tiempo de descuento y el marcador es 2 a 2. ¿Terminarán jugando la prórroga?
El centrocampista pasa la pelota al delantero. No hay fuera de juego. El delantero corre y corre. ¿Meterá el gol decisivo? Parece que tiene muchas posibilidades.
De repente le alcanza el defensa en la pierna. ¡Están dentro del área pequeña! ¡Es falta y penalti! ¿Lo habrá visto también el árbitro? ¡Pues sí! Acaba de sacarle tarjeta roja al defensa y debe abandonar el campo de juego. Mientras tanto el delantero coloca la pelota en el punto de penalti. Toma carrerilla y… Vaya, ¡el portero ha parado el balón y lo ha lanzado fuera!
El árbitro tiene el silbato en la mano para pitar el final. Pero justo en ese momento el centrocampista recibe la pelota y… ¡Goooooooooool! Los seguidores desbordan alegría. Han ganado la ansiada copa.
¡Vaya partidazo! ¡Ha sido increíble!