Moscú es la ciudad donde nací. Y claro, guardo los mejores recuerdos de ella. Aquí pasaron los días de mi infancia. Aquí empecé a ir al colegio, luego entré en la universidad. En una palabra Moscú resume toda mi vida. Y cómo no voy a quererla?
Hay cosas que hacen de Moscú una ciudad única. La Plaza Roja por ejemplo aunque es un sitio turístico es muy bonita.
Hay muchas catedrales tipicamente rusas alrededor. Se sabe que antes en Moscú había cuarenta por cuarenta iglesias. Y se conservaron bastantes. Estos años han vuelto a construir iglesias nuevas, como el Templo del Cristo Salvador.
No siempre sale bien, pero lo importante es la tradición, no?
La cantidad de los parques que hay es impresionante.
En verano Moscú se hace todo verde. Por todas partes ves árboles, sombra… sobre todo en la Ronda de Bulevares. En Kolomenskoye hay robles de más que cuatrocientos años. También hay muchos estanques donde viven aves diferentes.
Ultimamente han aparecido numerosos bares y clubes nocturnos. Los jovenes como es lógico estámos muy alegres, pues antes no los había.
Discotecas, conciertos de grupos diferentes, pero también la filarmónica, intensa vida teatral se presenta en Moscú como en ninguna otra ciudad.
Sin duda Moscú tiene sus desventajas. Como es la capital de Rusia es enorme y las comunicaciones no están bien. El metro eso sí, funciona perfectamente, pero los autobuses hay que espeparalos una eternidad. Además la ciudad está mal planificada, en cuanto la arquitectura moderna no presenta gran cosa.
Las zonas residenciales son horribles. En cambio en el centro histórico que es precioso la vida es demasiado cara. Y por la crisis los mejores edificios y los patios más agradables se hacen propiedad de los bancos. Por mí, es una barbaridad.
Pero los moscovitas poco a poco aprendemos a vivir a la européa. Eso no implica olvidarnos de nuestras tradiciones. Al contrario, queremos respetarlas. Así Moscú será incluso más bonita.