En la fotografía se observa una playa de las costas españolas, realmente abarrotada de gente. Puede parecer exagerado, pero en la práctica no es nada excepcional: la imagen muestra la estampa típica de la mayoría de las playas españolas durante los meses de julio y agosto, esto es, durante lo que se conoce como “temporada alta”.
La excepción a esta imagen se encuentra en las playas del noroeste de la península (Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco), dónde la gente suele ir a la playa a tomar el sol, pasear, leer, etc., aquellos días en los que la climatología lo permite, pues hay que recordar que el norte de España es bastante más frío y húmedo que el resto, y esto trae consigo que los veranos sean más suaves. La playa entonces se convierte en un lugar de paseo más que de lugar de baño.
Volviendo a la imagen del Audiotexto, en ella se observan edificios de gran altura, algunos de más de 20 plantas, en primera línea de playa. Son los típicos bloques de apartamentos edificados todos ellos mirando hacia el mar. Los apartamentos en primera línea de playa son en general más caros que los que están más alejados de ella.
Muchos españoles tienen una segunda casa en un lugar de playa para pasar las vacaciones de verano. Durante los meses en los que no ocupan la vivienda, algunos optan por alquilarlo y sacarle así un beneficio al apartamento. En primer plano, a la izquierda, se observa un edificio de menor altura en comparación con los demás, en el que se lee la palabra “hotel” en su fachada lateral. El hotel parece que tiene una pequeña piscina para los clientes.
Todos los apartamentos disponen de una terraza para poder disfrutar de la vistas y tomar el sol durante el día, y el fresco por la noche.
La playa tiene una buena extensión de arena, dónde se ve que se han instalado los numerosos bañistas que quieren disfrutar del sol y el agua durante buena parte del día. Los que están situados más cerca de la orilla, seguro habrán tenido que madrugar para coger tan buen sitio.
La arena es blanca, cómo en la mayor parte de las playas españolas. Sólo algunas tienen arena de color más oscuro, típicamente las de las islas Canarias que son de origen volcánico.
Casi todos los bañistas disponen de una sombrilla para protegerse del sol, ya que en esta playa no hay árboles, ni ningún tipo de techado que cumpla esta finalidad.
El mar está poco encrespado: no hay prácticamente oleaje. Se distinguen en la imagen bastantes personas que están en la orilla paseando o simplemente refrescándose un poco.
Se trata de una playa que parece disponer de una zona de poca profundidad bastante amplia, pues en la imagen se distingue el fondo del mar hasta una extensión de unos 50 metros mar adentro.
Bordeando la playa, se observa una avenida peatonal, típica de todas las ciudades costeras: es el llamado “paseo marítimo”. Se trata de una zona asfaltada, cercana a la arena, por dónde la gente pasea, hace deporte, etc., disfrutando de la brisa marina y de una vista fantástica del mar. El paseo marítimo suele estar bordeado por grandes árboles, normalmente palmeras, que sirven para proteger del sol a los viandantes en las horas más calurosas.
En último plano se pueden ver las montañas. Estas destacan en el horizonte, detrás de los edificios. El cielo está muy azul, despejado de nubes: se trata por tanto de un día perfecto de playa.