El juez ha dictado prisión provisional, comunicada y sin fianza para J. A. R. N., un hombre de 36 años que fue detenido en la madrugada de este viernes tras conducir de Sevilla a Córdoba a más de 200 kilómetros por hora. En total recorrió a esa velocidad casi 185 kilómetros.
Al arrestado, que conducía bajo los efectos de sustancias estupefacientes y había escapado a un control de la Guardia Civil, se le imputan los delitos de intento de atropello a un agente, conducción temeraria y desobediencia grave a la autoridad. Fuentes judiciales han indicado que no tiene antecedentes penales y no ocultaba nada en su vehículo.
J. A. R. N. declaró por la mañana y dijo al juez que huyó a toda prisa porque tenía miedo y se sintió «amenazado«. Tras la declaración, fue trasladado al hospital Reina Sofía de Córdoba para practicarle análisis de sangre y determinar así las drogas que había consumido.
Una persecución de película
Según fuentes del Instituto Armado, el individuo se dio a la fuga en un Audi A-4 después de que un guardia civil le diera el alto en la localidad sevillana de Pilas, de manera que el agente tuvo que esquivarlo para no ser atropellado. A continuación, el hombre se dirigió por la A-49 hacia la capital hispalense a una velocidad superior a los 200 kilómetros por hora, ante lo cual la Benemérita estableció un dispositivo para darle alcance y alertó a la Policía Local y Nacional.
Durante su huida, el conductor, natural de Sevilla, golpeó varios coches policiales que trataban de cerrarle el paso sin éxito y continuó a la fuga, mientras que agentes de los tres cuerpos establecían un control a unos siete kilómetros de Córdoba, donde finalmente se detuvo y fue detenido. En la persecución participaron 17 vehículos.