Aunque mis padres ya están jubilados, en el pasado se dedicaron a actividades muy diferentes.
Mi padre fue encuadernador. Es decir, se encargaba del proceso de encuadernar libros para su mejor preservación. Desde que yo era niña, él me enseñó su oficio. Gracias a ello puedo ahora encuadernar cualquier libro sin problemas y de manera profesional.