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Estaban un día un viejo con su vieja. Y vivía con ellos la Gallina Pinta. La Gallina ha puesto un huevo. Lo no era simple, lo era un huevo de oro.
Un viejo lo rompía muchas veces y no rompió. Una vieja lo rompía y rompía, rompía y rompía, pero también no lo rompió.
El ratonito correaba y ha tocado el huevo por su cola. El huevo ha caido y rompió.
El viejo llora, la vieja llora también, pero la Gallina Pinta los cloquea:
— Coco ua ua, coco ua ua, no llora el viejo, no llora la vieja, porque pondré otro huevo para vosotros. Lo será no huevo de oro, lo será simple.
¿Y tú, amigita de mi alma, adivinó esa cuento ? Espero, que sí!

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