Nos encontramos en la “estación del tren” (o “estación del ferrocarril”) de una ciudad de “tamaño medio”: lo podemos afirmar, porque no parece una estación demasiado grande. Pero por otro lado, el hecho de que la ciudad tenga estación de trenes, es un síntoma de que casi seguro estamos ante una ciudad de cierta envergadura.
El tren está entrando en la estación: se observa claramente su parte delantera o parte frontal, dónde se encuentra la cabina del conductor. A esta parte del tren se le denomina “la locomotora” o “la máquina”, pues realmente es la parte motriz del tren, esto es, la parte del mismo dónde se encuentra el motor.
Sabemos que el tren está entrando en la estación porque la gente que estaba esperando en el andén se ha puesto en movimiento y se está aproximando al extremo de la vía para subir al tren en cuanto este se detenga.
Se trata de un día luminoso, con un cielo despejado y prácticamente ninguna nube. Debe ser verano, pues la gente parece llevar ropa ligera.
En la foto se ven las líneas del tendido eléctrico dónde el tren se conecta para obtener la energía eléctrica que alimenta su motor eléctrico.
Por su aspecto, el tren no aparenta ser de “alta velocidad”. Parece más bien un tren típico de recorridos no muy largos. Su forma no es excesivamente aerodinámica, propia de los trenes modernos que alcanzan velocidades de hasta 300 Km/h.
La estación dispone de un reloj, elemento fundamental que sirve de referencia a los viajeros para saber cuánto tiempo les resta hasta que llegue su tren. El reloj marca las 14:25 minutos aproximadamente. Es mediodía y debe hacer por tanto bastante calor.
Hay un número considerable de personas esperando el tren. En cambio, en el andén contrario no hay nadie, lo cual indica que no es previsible que pase ningún tren en la próxima hora.
En el andén se observan algunos paneles informativos que casi seguro muestran los horarios de los distintos trenes que pasan por la estación.
El edificio de la estación se encuentra situado en el lado contrario al andén dónde está llegando el tren. Es un edificio de estilo muy similar al de otras estaciones en pequeñas ciudades españolas. El edificio tiene cierta edad, pues las estaciones modernas tienen otra apariencia externa. No obstante, el edificio está cuidado, y la fachada muestra muy buen aspecto.