En los países hispanos, el nombre de las personas es más largo que en Estados Unidos. Nosotros usamos el apellido de ambos padres, primero el del padre y después el de la madre.
Cuando las mujeres se casan conservan el apellido de su padre y agregan el de su marido después de la preposición «de». Por ejemplo, María Eugenia Martínez de Dávila. Los nombres más populares en los países hispanos son María y José.